El cuidado adecuado de las plantas es fundamental para mantener un jardín saludable y vibrante. Uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta es la cantidad de agua que reciben nuestras plantas. Tanto el exceso como la falta de riego pueden causar daños en su salud.
En este artículo, te mostramos cómo identificar los síntomas de estas condiciones para que puedas actuar a tiempo y mantener tu jardín en óptimas condiciones.
Síntomas de exceso de riego:
- Hojas caídas: El exceso de agua puede provocar que las raíces de la planta se pudran, lo que lleva a un colapso en la estructura de la planta y hojas caídas.
- Moscas alrededor de las plantas: El exceso de humedad en el suelo puede atraer insectos como moscas y otros tipos de plagas.
- Hojas amarillentas y caídas: Regar de manera excesiva nuestras plantas, puede causar que las hojas se vuelvan amarillas y se caigan prematuramente.
- Manchas en los bordes de las hojas: El agua puede provocar la descomposición de las células de las hojas, lo que resulta en manchas oscuras en los bordes.
- Raíces negras y con mal olor: El exceso de humedad puede provocar la putrefacción de las raíces, lo que resulta en un olor desagradable y raíces de color negro.
Síntomas de falta de riego:
- Pérdida de rigidez en las hojas: La falta de agua puede hacer que las hojas se vuelvan blandas y pierdan su rigidez.
- Hojas arrugadas: Por la falta de hidratación, se puede provocar que las hojas se arruguen y se encojan.
- Hojas deformadas: La carencia de agua causar que las hojas crezcan de forma irregular o se deformen.
- Hojas que se caen: Las hojas se pueden caer prematuramente en un intento de la planta de conservar agua.
En Yerbabuena, estamos aquí para ayudarte a cuidar de tus plantas y diseñar un jardín que refleje tu estilo y personalidad. Contáctanos para una asesoría de paisajismo y descubre cómo podemos transformar tus espacios.