Aunque las ciudades parecen ser lo opuesto a la naturaleza, el paisajismo urbano ha demostrado lo contrario. Con el crecimiento de las metrópolis, recuperar y aprovechar los espacios verdes se ha vuelto esencial para el bienestar de los habitantes.
En las principales ciudades de América Latina, es común observar extensiones de concreto y acero, pero también áreas verdes que funcionan como “pulmones” urbanos. Estos espacios no solo proveen oxígeno, sino que son clave para el desarrollo social. El paisajismo urbano y la naturaleza se convierten en aliados para mantener este equilibrio.
Con una creciente conciencia sobre el medio ambiente, las capitales latinoamericanas han comenzado a recuperar espacios verdes, aplicando un enfoque sustentable para mitigar problemas urbanos como el efecto de isla de calor y promover una mejor calidad de vida.
Casos de éxito en la transformación urbana
En Ciudad de México, se han recuperado numerosos espacios abandonados. Entre ellos destacan:
Bosque de Chapultepec: La primera sección de este icónico parque ha sido restaurada, incluyendo su jardín botánico.- Parque Ecológico Cuitláhuac: Este espacio, anteriormente un vertedero, fue transformado con la plantación de miles de árboles y la rehabilitación de lagos.
- Parque Bicentenario: Considerado el segundo pulmón más grande de la ciudad, este parque no solo ofrece espacios de esparcimiento, sino que también educa sobre la biodiversidad de México.
- Parque La Mexicana: Ubicado en Cuajimalpa, este parque responde a la necesidad de espacios para la recreación, el deporte y la cultura.
Muchos de estos proyectos han sido impulsados por el arquitecto y paisajista Mario Schjetnan, pionero en el desarrollo de áreas verdes urbanas en México.
Innovación en paisajismo en América Latina
Fuera de México, otros países de América Latina también han implementado soluciones innovadoras. En Chile, por ejemplo, proyectos como el Parque Bicentenario en Vitacura han transformado el paisaje urbano al integrar miles de árboles, muchos de ellos especies nativas.
En Brasil, el Jardim de Sequeiro, ubicado en el Instituto Central de Ciencias de la Universidad de Brasilia, es un ejemplo de cómo el paisajismo puede unir a la comunidad, al promover un jardín naturalista en un entorno académico.
América Latina enfrenta el reto de implementar soluciones que respeten y preserven el medio ambiente. Con una rica biodiversidad y variedad de climas, la región tiene el potencial para liderar un cambio en la convivencia entre las ciudades y la naturaleza. Los paisajistas y arquitectos de la región están demostrando que es posible transformar el gris de las ciudades en espacios donde humanos y naturaleza coexisten de manera armónica.