Para asegurar que tu orquídea prospere durante años, es esencial trasplantarla en el momento adecuado y, si tienes hijos o “keikis”, hay que separarlos con cuidado.
¿Cuándo trasplantar una orquídea?
El mejor momento para trasplantar una orquídea es después de la floración o en plena fase de crecimiento, generalmente en primavera. Las orquídeas, son de origen tropical y requieren de condiciones específicas: mucha luz, pero indirecta, y un riego semanal sin encharcamientos.
Si tu orquídea crece demasiado para su maceta, es hora de darle más espacio.
Pasos para trasplantar una orquídea
- Prepara una maceta ligeramente más grande y sustrato especial para orquídeas.
- Riega la planta un día antes para facilitar su extracción.
- Extrae la orquídea con cuidado, y corta las raíces dañadas o secas con tijeras limpias.
- Limpia suavemente las raíces y coloca la planta en la nueva maceta.
- Añade sustrato alrededor de las raíces, eliminando bolsas de aire.
- Riega ligeramente y sitúa la orquídea en un lugar con luz indirecta, evitando fertilizar las primeras semanas.
Trasplante de “keikis” o hijos
Si tu orquídea ha crecido con éxito, puede desarrollar “keikis”, pequeños clones que nacen en el tallo floral o en la base. Para trasplantarlos, asegúrate de que tengan al menos tres raíces de unos 3-4 cm y tres hojas maduras.
Pasos para trasplantar el keiki:
- Separa el keiki con un corte limpio, dejando unos centímetros de tallo.
- Coloca el keiki en una maceta pequeña con sustrato, cubriendo sus raíces.
- Riega ligeramente y mantén el keiki en un lugar con luz indirecta, evitando mojar las hojas.
Con el cuidado y el ambiente adecuado, tus orquídeas y sus keikis florecerán, regalándote belleza durante años.