El jardín es una escuela que nunca cierra. Para las familias, es un aula sensorial y creativa. En este artículo explicamos cómo sacarle el máximo provecho educativo y emocional.
Beneficios demostrados
- Mejora la atención y reduce el estrés (estudios de ambientes naturales en educación).
- Impulsa la curiosidad, el pensamiento científico y la motricidad.
- Fomenta conciencia ecológica y cuidado del entorno.
Actividades por edad
- 2–5 años: recolección de hojas, sentir texturas y aromas, regar.
- 6–9 años: plantar semillas, identificar insectos, medir crecimiento.
- 10+ años: compostaje, diseño de huertos, registrar datos climáticos, dibujar paisajes.
Áreas para enseñar
- Biología: insectos, germinación, fotosíntesis.
- Matemáticas: contar filas, medir volúmenes de agua.
- Arte: pintar macetas, crear letreros para plantas.
- Medio ambiente: compost tradicional, reciclaje de agua.
Guía para convertir tu jardín
- Designar una zona de investigación (mini-estación de experimentos).
- Carteles, etiquetas y diario con fotos.
Valorar los espacios verdes como aulas trae aprendizaje y conexión emocional que va más allá del salón de clases. En Yerbabuena te acompañamos a crear espacios donde florecen los sentidos, el conocimiento y el cariño por la tierra.